El tiempo pasa y las empresas requieren mejorar sus sistemas de información, ya que estas se van expandiendo y el software no son suficientes para almacenar y procesar toda la información que se requieren para un buen funcionamiento. Por esta razón en la Empresa Empolino de Santa Marta, los socios decidieron iniciar un proyecto para la renovación del software contable por uno más moderno y que cumplieran con las expectativas que requieren para su actividad económica en este caso Transporte de Pasajeros terrestre, hicieron la convocatoria para que las empresa dedicadas al ingenio de sistemas contables, mostraran las ventajas y precios de los paquetes contables que se ofrecen en el mercado, después de muchas propuestas y comparando los precios decidieron contratar la compra de Software Digitalware con la compañía CIA Diapera ubicada en la ciudad de Bogotá ya que esta cumplía con las expectativas y su precio era accesible.
Desde ese momento todos los funcionarios de Empolino, tuvieron que estar a la expectativa ya que este software reduciría el trabajo y además por el cambio iban a estar monitoreados por personas ajenas de la Compañía, para asegurarse que el cambio se lograra en un máximo de dos meses sin tener ningún contratiempo. En este proceso el primer paso fue la recolección de información, con el fin de migrar todos los datos a Digitalware y realizar todas la pruebas pertinentes para verificar su buen funcionamiento, Yo Luisa Fernando Vallejo Lozano, actual Directora Contable, era la encargada de verificar que toda la Información que se entregara a Diapera tuviera todas los parámetros que esta compañía requería para que la labora tuviera éxito, para que esto los socios establecieron que el canal de comunicación se iba a manejar por Skype una herramienta tecnología que permitía chatear, transferencia de archivos y realizar llamadas con el proveedor de manera gratuita .
Teniendo en cuenta que la información que se manejaba era muy extensa y que la responsabilidad que me habían asignado requería de apoyo por parte del Diapera decidí consultar con las personas encargadas de decepcionar la información y logar una mejor coordinación.
Con esto empieza la historia que marco mi vida en dos, conocí al señor Andrés Alfaro, ingeniero de profesión su edad oscila entre 42 años, un hombre que logro cautivarme con sus palabras, gracias al proyecto de cambio de software puede conocer a esta persona que todos los días tenía una palabra bonita para dirigirse hacia mí, por necesidad de la empresa tuve que estar en contacto con el por más de ocho horas diaria, donde cada conversación que establecía con Andrés se tornaba cada vez más amable, más amena, me agradaba mucho hablar con él, como leer todas las palabras desde mi monitor. Como era costumbre todos los días me saludaba muy amable, se interesaba por saber cómo me encontraba, preguntaba por mi hijo y por como transcurría mi vida, decidimos a parte de hablar de trabajo ir conociéndonos por el Chat, contándonos nuestra aficiones, nuestro gusto, nuestro ideales y aspiraciones. Logrando que cada día que pasaba sentirnos atraídos el uno a otro.
A pesar de ser una mujer casada, con un hombre maravilloso y un hijo que es mi adoración, siempre dedicada a mi trabajo, esta atracción comencé a no controlarla, me hacía falta escuchar su voz, no podía explicar las sensaciones que este hombre lograba despertar en mí tan solo con sus escritos. Era una relación virtual, inexplicable como de cuento de hadas, no saber expresar con palabras todos los sentimiento encontrados que en mi despertaba, me hacía sentir confundida, no asimilaba porque mi reacción de aceptación a algo que como mujer casada estaba mal hecho, me sentía que le faltaba a mi esposo a mi hogar, pero mi deseo de sentirme quería sobrepasaba la razón. No poder explicar como yo Luisa Vallejo , una mujer honesta, escricta me deje envolver por este cruce de palabras, de detalles, que poco a poco se encargaban de darle color a mis dias.
Aquel hombre que de su parte física no conocía nada, sin saber cómo era el color de su pelo, sus ojos, su nariz, su contextura permitía que esta extraña relación se volviera cada vez más llamativa, experimentar esa sensación de no saber todo, pero al mismo tiempo sentirse feliz con lo que en ese momento solo sabía, me volvía adicta por conocer mas y mas sobre Andrés el hombre de las palabras bonitas. No tener contacto físico con él era una excusa perfecta para escudar mi mal comportamiento y no sentirme que estaba haciendo algo malo, a pesar que durante nuestras extensas charlas, aseguraba pensarlo mucho, todo el tiempo estaba en mi pensamiento, extrañar sus palabras cuando no lo tenía conectado , en fin era un sentimiento de necesitarlo, de carecer de sus dulces letras para sentirme alegre y que mi día fuera perfecto, fue transcurriendo el tiempo y ya no eran solo palabras nuestra conversación eran acompañadas por besos virtuales, que se sentían como verdaderos por la ansia de sentirlo, este hombre se fue volviendo tan especial hasta el punto de añorar verlo y conocerlo.
Por nuestra buena relación de amistad, nuestro trabajo marchaba a la perfección hicimos muy buen equipo de trabajo, complementando con nuestros amorosos escritos, yo me encontraba aterrada y al mismo tiempo animada, este sentimiento que inicio como una conversación de compañeros de trabajo se fue agudizando y convirtiéndose en un extraña relación basada en las palabras bonitas y permitiendo que nuestros corazón escribieran todo lo que sentían.
Pasaron casi dos meses y el software debía indicar en vivo en 10 días, por cuestiones de logística y a última hora se hizo necesario que el señor Andrés Alfaro viajara a la ciudad de Santa Marta, para coordinar los últimos detalles que requería para que Digitalware no tuviera ningún inconveniente, mi ansiedad por que los minutos pasaran rápidamente era exagerada, después de tanto tiempo hablando con una persona que solo sabía lo que él me confesaba, sentía la necesidad de conocer el aspecto físico y comprobar que la misma persona con la que a diario compartía largas jornadas de trabajo era el mismo hombre , que las palabras con las que me logro cautivar, tenían un fin verdadero y sincero.
El 04 de Septiembre de 2010,llego el tan anhelado día, por fin conocería a Andrés Alfaro, un hombre apuesto, bien plantando, centrado, serio entre otras cualidades que yo le atribuía, descendió del avión pero al momento de verlo , su aspecto físico me causo asco, era un hombre súper diferente a lo que había imaginado media 1.66 cm era calvo , delgado con mucha barriga, tenía una verruga en la mejilla izquierda, su mirada era morbosa, tenia mal aliento y a su boca le faltaba el colmillo derecho de la parte superior de su dentadura, mi príncipe azul se había convertido en un sapo.
Durante su estadía en Santa Marta, siempre se mostro muy amable , pero me di cuenta que era otra persona completamente diferente, que su encanto lo tenía pero en Skype, que así como me escriba miles de palabras bonitas, lo hacía con todas las mujeres a las cuales les brindaba soporte, lo confieso me deje deslumbrar por sus forma de expresarse pero realmente me lleve un muy deseable sorpresa. Este día nunca había sido planeado ya que su presencia no era requerida, pero por cuestiones del destino tuve la oportunidad de comprobar que un ve lo que quiere ver, este hombre que me desvelaba y que logro cautivar un pedacito de mi corazón era un completo fracaso y que esta herramienta la utilizaba para seducir a mujeres ingenuas como yo, quería que me tragara la tierra.
El proyecto tuvo éxito, inicio a la fecha acordada y todo salió bien, definitivamente hicimos un buen trabajo, pero nuestra extraña relación se derrumbo, nada que sea construido con mentiras y sin sinceridad perdura, desde ese momento aprendí que debo valorar lo que tengo y conservarlo, renovándolo cada día.